Cuadro técnico:
Director: William Friedkin
Productor: William Peter Blatty
Intérpretes: Linda Blair, Ellen Burstyn, Max Von Sydow
País/ año: USA/ 1973
La primera película gore que
se estrenó masivamente en todo el mundo y contribuyó determinantemente a que el
nuevo género y hasta entonces subterráneo subgénero se asentase definitivamente
en la gran industria hollywoodiense. Buena culpa de ello la tuvo el que la
Warner Brothers estuviese detrás de la producción, preocupándose en conseguir
actores de renombre, técnicos de solvencia contrastada y no escatimase en las
escenas
truculentas, que salpicaban agriamente buena parte del metraje. El resultado fue insólito: El exorcista arrasó en taquilla y desbrozó definitivamente el camino del cine bañado en sangre.
truculentas, que salpicaban agriamente buena parte del metraje. El resultado fue insólito: El exorcista arrasó en taquilla y desbrozó definitivamente el camino del cine bañado en sangre.
La novela El exorcista de
William Peter Blatty se basa en un hecho real. En 1949 el reputado diario
Washintong Post publicó una serie de artículos recogiendo un extraño caso
ocurrido en Maryland, donde un joven estudiante de catorce años de la
universidad de Georgetown parecía estar poseído por una fuerza maligna: hablaba
en idiomas que desconocía, los muebles de su habitación volaban por los aires,
de debajo de su cama surgirían ruidos indescifrables. Los padres del muchacho
recurrieron a la ayuda de un párroco local que practicó el exorcismo. El
acontecimiento dio la vuelta al mundo a los pocos días.
El libro de Blatty fue un
considerable éxito multiventas, y pronto se pensó en una adaptación
cinematográfica. El único problema estribaba en la complejidad de plasmar en
imágenes algunas escenas literarias altamente blasfemas, ya que el escándalo
con la Iglesia estaba asegurado si se mostraba a los espectadores a una niña masturbándose
con un crucifijo, girando la cabeza 360 grados, injuriando a las madres del los
curas y lanzando chorros de vómitos a la menor ocasión.
Tras un par de borradores
del guión, suavizados convenientemente, se llevó a la pantalla “El exorcista”,
con una tierna Linda Blair encarnando a Regan, la niña a la que los padres
Karras (Jason Miller) y Merrin (Max Von Sydow) intentan sacar el diablo de
dentro. A pesar de su galopante carácter sacrílego y de los salvajes efectos
especiales de Dick Smith, el incondicional apoyo de la Warner evitó una
calificación X, conformándose los censores con asignarle una R de “restricted”,
que no molestaba en absoluto para fructífera carrera en el box- office.
Linda Blair recuerda la
experiencia: “Aquello me marcó para toda la vida. Yo sólo tenía trece años y el
rodaje fue muy duro. A mi edad había cosas que tenía que hacer y algunas frases
que tenía que decir que no entendía demasiado bien. Físicamente fue muy
intenso, ya que en el plató llegamos a 17 grados bajo cero en algunas
ocasiones. Me pasaba más de dos horas preparándome con aquel maquillaje
incómodo que luego tenía que llevar puesto todo el día, y en el pelo me echaban
una especia de laca húmeda muy pegajosa”.
La película es, todavía hoy,
una de las más recordadas por el aficionado neófito, incapaz de citar un solo
título de la Troma pero entusiasta a la hora de relatar cómo durante la
proyección, en su época, muchos de sus amigos tenían que excusarse para ir al
lavabo y vomitar o se los llevaba una ambulancia debido a los desmayos
provocados por el terrible shock emocional. Una leyenda, más que nada
alimentada por todos los chismes difundidos ávidamente sobre supuestos sucesos
paranormales acaecidos en pleno rodaje. Rick Baker, ayudante de Dick Smith en
los efectos especiales no duda en quitarle trascendencia a los hechos:
“Normalmente Dick y yo no estábamos en el plató sino que recluíamos en los sets
de maquillaje, donde preparábamos lo del día siguiente. Por allí se oían muchas
historias de carácter inexplicable, pero por ejemplo, cuando ardió el plató,
hacía poco tiempo que habían despedido al diseñador, y más que un espíritu
molesto puede que hubiese un diseñador molesto”.
El filme de Friedkin generó
un par de secuelas: la plomiza El exorcista 2: el hereje y la entretenida: El
exorcista 3.
Las exploitions de turno
tampoco tardaron mucho en llegar: la italiana y contundente El anticristo, (Alberto
de Martino, 1974), la española y pintoresca Exorcismo (Juan Bosch, 1974), la
americana y paródica Reposeída (Bob Logan, 1980).
En lo personal siempre he
tenido una gran preferencia por las películas de terror y siempre que teníamos
la oportunidad de alquilar videocasetes, alquilábamos una de terror o misterio.
Recuerdo lejanamente por los años 1999 o 1997, un canal de señal abierta
anunciaba que pasarían en su función estelar esta película. Obviamente con sus
respectivas frases publicitarias: “la película de terror más espeluznante”,
“por primera vez en televisión”, “un hito en el cine de horror”. Estas frases
no hacían más que sazonar lo que yo creía que sería una buena velada de
película. En el cuarto con la tv, estaba mi hermana mayor y yo, a pocos minutos
que empiece la función llegó mi mamá, el cuarto estaba con las luces apagadas y
la única luz que alumbraba era la del televisor.
En la primera escena
“fuerte” que es la que Reegan se orina en medio de la sala, mi mamá se fue del
cuarto y dijo: no, no, yo mejor me voy, esto es solo para ustedes. Pasaron unos
minutos más, donde la intriga crecía, la tercera o cuarta escena impactante, yo
que tan solo era una niña pequeña, también decliné y me marché al refugio de
mis sábanas tibias, a los pocos minutos, mi hermana mayor, de la que todos
creíamos que vería la película hasta el final también declinó en importante
proeza. Al día siguiente le pregunté por qué regresó y no la vio completa, su
única frase fue: es espeluznante, solo la podría ver de día, con las luces
encendidas y rodeada de mucha gente. Hasta el día de hoy no la ha visto.
Para ustedes, para quien no la ha visto aún:
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